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32,78 €A lo largo de la primera Edad Moderna, el papado desarrolló un papel fundamental en la polÃtica europea y en la construcción del Estado moderno. Una estructura que se mantenÃa como un embarazoso residuo de la época precedente y contra la cual tuvieron que enfrentarse los nuevos organismos polÃticos si querÃan afirmar su soberanÃa delante de cualquier pretensión de poder con vocación universal. La figura del papa-rey, con la simbiosis entre sacralidad y poder, ha proporcionado importantes elementos para la elaboración de una nueva sÃntesis polÃtica. Si por una parte el papado, al concentrar el poder espiritual y temporal en la figura bifronte del pontÃfice, transpone continuamente elementos sacros sobre el plano de las estructuras estatales y elementos estatales sobre el plano eclesiástico, retorciéndose asà en una espiral de decadencia. por la otra, la monarquÃa papal ofrece al Estado moderno el modelo para incorporar la religión en el interior de la polÃtica y para construir las modernas Iglesias territoriales. Esta es la herencia que ?como muestra Prodi en este brillante y ya clásico estudio. el papado de la primera Edad Moderna ha dejado a la Iglesia y al Estado de los siglos sucesivos, hasta nuestros tiempos.Este estudio, publicado originalmente en 1982, se ha convertido en un texto fundamental sobre la forma del Estado del papado y el papel que desempeñó en el desarrollo del Estado moderno, especialmente en lo que respecta a la incorporación de la religión dentro de la polÃtica y la construcción de las modernas iglesias territoriales.